La asignación eficiente del agua exige una institucionalidad muy específica que no aporta, necesariamente, el mercado
El agua de riego es un bien escaso y, por tanto, económico. Pero eso no quiere decir que sea comercial, es decir, que responda correctamente a las leyes de la oferta y de la demanda que rigen los mercados. El agua de riego está sujeta a condiciones de elevada rivalidad y difícil exclusión. Es, por tanto, un bien económico de naturaleza común o comunal; no es un bien privado ni tampco propiamente público. Ello hace que el análisis económico, basado en el paradigma neoclásico de la competencia perfecta, no asegura la fiabilidad y utilidad necesarias. Por ello se aboga por otro marco teórico alternativo que, basado en la cooperación y la negociación, representen mejor los mecanismos de asignación eficiente.
Publicado por J. Olona y M.A. Horta en la Revista Española de Estudios Agrosociales y Pesqueros, nº 227, 2010 (11-47).
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La asignación eficiente del agua exige una institucionalidad muy específica que no aporta, necesariamente, el mercado
El agua de riego es un bien escaso y, por tanto, económico. Pero eso no quiere decir que sea comercial, es decir, que responda correctamente a las leyes de la oferta y de la demanda que rigen los mercados. El agua de riego está sujeta a condiciones de elevada rivalidad y difícil exclusión. Es, por tanto, un bien económico de naturaleza común o comunal; no es un bien privado ni tampco propiamente público. Ello hace que el análisis económico, basado en el paradigma neoclásico de la competencia perfecta, no asegura la fiabilidad y utilidad necesarias. Por ello se aboga por otro marco teórico alternativo que, basado en la cooperación y la negociación, representen mejor los mecanismos de asignación eficiente.
Publicado por J. Olona y M.A. Horta en la Revista Española de Estudios Agrosociales y Pesqueros, nº 227, 2010 (11-47).
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